Instrumento óptico similar al zoótropo pero algo más evolucionado, ya que en el praxinoscopio las ranuras son sustituidas por un anillo de espejos con forma, normalmente, de dodecaedro. Fue inventado por Émile Reynaud en 1877.
Como cada espejo refleja uno de los dibujos que forman la tira animada que colocaremos adosada en la pared del mencionado tambor, el espectador que mira por encima del borde del cilindro, al hacer girar el aparato, verá, gracias a la persistencia de la retina, moverse una sola figura completa, la situada justo en frente a él.
Emile Reynaud fue aumentando, con el paso de los años, las prestaciones de su instrumento óptico , creando el praxinoscopio lámpara y el praxinoscopio teatro.
Al primero le incorporó una vela, ya que por aquella época aún no se había implantado la electricidad , por lo que si se quería disfrutar las noches de invierno del praxinoscopio, era necesario poder alumbrar la escena de forma directa y que mejor que una vela justo encima del tambor.
El invento recibió una mención honorífica en la Exposición Universal de París de 1878. Todos nuestros modelos son recreaciones de aquellos originales.
En su fabricación artesanal solo utilizamos componentes similares a los usados entonces (cartón, madera, metal, rechazando el plástico en su composición, con la única excepción de los espejos, que por motivos de seguridad infantil no pueden ser de vidrio, el resto del producto corresponde fielmente a los praxinoscopio de la época.
Va provisto de 45 animaciones diferentes siendo algunas de ellas, reproducción de las que acompañaban los primeros praxinoscopios fabricados por Emile Reynaud y se presenta en una caja de cartón ilustrada con dibujos de la época.
Es el regalo perfecto para, por ejemplo, los amantes del cine o para aquellos buenos dibujantes que, siguiendo el patrón, se animen a crear sus propias animaciones
Medidas:
Altura: 21 cm
Diámetro del tambor: 20 cm.
IVA INCLUIDO
