Reloj de sol de faltriquera o de bolsillo. Su popularidad alcanzó su mayor cota durante el siglo XV y XVI. Numerosos talleres artesanales empezaron a producir este tipo de relojes de sol que por su tama y su precio eran accesibles a la mayor parte del público. También su sencillo manejo, alejado de instrumentos tan sofisticados como el astrolabio, hizo que hasta las clases menos ilustradas pudieran usarlos.
Se compone de dos tablas, generalmente de madera, unidas por una bisagra, de tal forma que al abrirlo una de ellas permanece vertical y en un ángulo de 90º con respecto de la otra.
Constaba de una brújula y dos cuadrantes que corresponden a sendas tablas y que formaban un reloj de sol horizontal y otro vertical respectivamente.
La brújula se utilizaba para poder situar el reloj en la meridiana norte-sur y una vez que quedaba orientado, la sombra de la cuerda que une las dos tablas, proporcionaba una sombra sobre ambos cuadrantes que corresponde con la hora solar de ese momento.
Este modelo octogonal está firmado por Charles Bloud de Dieppe, uno de los más reconocidos gnomonistas de la época en Francia.
En su interior un reloj de tipo horizontal y en la tapa vertical nos encontramos con un curioso reloj lunar, ya que también la sombra proyectada por la luna los dias de plenilunio podía, mediante unos sencillos cálculos, proporcionar la hora durante la noche.
En su portada tenemos un reloj de tipo equinoccial.
Está fabricado a mano en madera de abeto y pulimentado con ceras naturales.
Se presenta en un precioso estuche y va acompañado de un manual con su historia e instrucciones de uso.
Disponemos de dos versiones según su cubierta:
-Placa de latón grabada con un bello reloj equinoccial
-Impresión en papel con el mismo motivo.
Medidas:
Ancho : 7 cm
Largo: 9 cm
grueso: 2 cm
IVA INCLUIDO
