Los relojes solares de faltriquera fueron muy utilizados durante el siglo XV y XVI sobre todo por su portabilidad. Eran relojes de tamaño reducido muy fáciles de llevar en cualquier bolsillo (de ahí su nombre de faltriquera) y de fácil consulta, ya que simplemente había que hacer coincidir el polo norte de la brújula que portaban, con el número 12 del cuadrante solar, de esta manera el reloj quedaba situado sobre la meridiana norte-sur del lugar.
La sombra que el hilo proyectaba les indicaba la hora solar. También en aquella época había citas y encuentros y por lo tanto fijar una hora era también necesario, cosa que estos sencillos instrumentos les permitían.
Como en casi todas las cosas, los había con precios asequibles para las clases más modestas y auténticas joyas en marfil , con incrustacciones y damasquinados sólo asequibles a las clases más pudientes, aparte de mayores aplicaciones , como por ejemplo relojes solares de horas itálicas y babilónicas, o de tipo ecuatorial, también los había con una pequeña veleta para medir la dirección del viento etc.
Este reloj es una reproducción de un reloj solar que se halla en el museo naval de Madrid, sin embargo ejemplares muy parecidos pueden encontrarse en muchos museos del mundo, por ejemplo el British Museum, el museo naval de Greenwitch y muchos más.
Esta fabricado en madera, pulimentado a mano con ceras naturales y se presenta en un precioso estuche para regalo. Va acompañado de un pequeño folleto con la historia del reloj de sol y sus instrucciones de manejo.
Dispone de dos modalidades según su cubierta:
– Con una preciosa placa de latón grabada que representa un reloj astronómico magnético ideado por Athanasius Kircher.
-Con una impresión en papel de una lista indicando las diferentes latitudes de las principales ciudades europeas
Medidas:
Ancho: 5 cm
largo: 7,5 cm
Grosor: 2 cm
IVA INCLUIDO
